martes, 31 de julio de 2012

Manolo Tena, Alarma y Marilyn Monroe.

Un profesor de la universidad dijo alguna vez: "Aquellos que se acuerdan de los 60, es porque no los vivieron". Tenía razón.

Marlyn Monroe era, para muchos de nuestra generación, una gran incógnita. Solía aparecer en algunas películas malas, referenciada y reverenciada aquí y allá en algunas revistas del corazón y sabíamos que había sido amante de John F. Kennedy. No mucho más. 



El 5 de agosto se cumplirán 50 años de la muerte de Norma Jean Mortenson, la mujer que conmocionó a toda una nación al cantarle el Happy Birthday al presidente de la primera potencia mundial, y al mundo entero, al jugar con su vestido blanco en una de las rejillas del metro y posteriormente con su muerte, que la convirtió en uno de los más grandes éxitos de la incipiente era de la información a través de los grandes medios de comunicación. 

En 1987, una estación de radio localizada en el 590 del dial de AM en la ciudad de México, Espacio 59, difundía un tema de una banda española de nombre Alarma!!!. La primera estación en México totalmente dedicada al rock en español tenía en el carrier "Marilyn", una pieza poco ortodoxa para una época en la que abundaban los temas llenos de ritmos para mover las caderas, las hombreras de los sacos, los colores pasteles y los copetes ridículos al estilo A Flock of Seagulls. 

En esos años, 21 Japonesas había llegado a mi vida junto con Azabache, Triana, Bloque, Asfalto y Un Pingüino en mi Ascensor entre muchas otras bandas, todas ellas nacidas de la Movida Madrileña y cuyos nombres bien merecen un texto aparte. Entre ellos, llegó Alarma!!! con dos temas: "Frío" y "Marilyn". 

Pero el disco, simplemente no existía en México. Los dos temas estaban grabados en cinta y guardados bajo llave en la oficina del director.  

En algún momento de 1989 apareció en la recepción de la emisora un tipo alto, delgado, de origen español y que respondía al nombre de Manolo Tena. Llevaba bajo el brazo su primer disco en solitario, "Tan raro", que había producido de forma independiente. Se había lanzado a la aventura a México y escuchó que en Rock 101 -para ese año Espacio 59 había dejado de existir- se programaba rock en español. Llegó solo, se presentó ante un incrédulo colaborador que no sabía si creerle o no, y quería mostrar su material para tener la oportunidad de sonar en este país. 

De ese encuentro salió una entrevista de casi 3 horas que se convirtió más en un interrogatorio sobre qué era lo que hacía en México, su nuevo disco en solitario y su historia con Alarma!!!. 

Recuerdo que Manolo comentó que de ese segundo y último disco de Alarma!!! -de título En el lado oscuro- se habían hecho apenas dos mil copias y que lo único que le quedaba era el master; él no tenía un solo acetato. 

Algún tiempo después, muy amablemente Manolo me hizo llegar un DAT (Digital Audio Tape, para quienes no sepan de qué formato hablamos) con todo el disco grabado, de donde pudimos rescatar las versiones de "Frío" y "Marilyn" para programarlas de nuevo en la emisora. 

La Marilyn de Alarma!!! había venido a dar a México una versión muy particular de todo aquello que la belleza rubia había tenido que vivir, en la muy peculiar interpretación de Manolo Tena y la inquietante versión de una banda española que, casi 30 años después de su muerte, le rendía un muy digno homenaje para que, sin saberlo, una generación completa se identificara con ella a través de la música de Alarma. 

El paso de los años y Ana Belén ayudaron a inmortalizar a la Marilyn de Manolo y compañía, pero el día de hoy, unos cuantos días antes de que se cumplan los 50 años de su muerte, la versión que prevalece -y con la que queremos congraciarnos hoy- gracias a la tecnología, es la original. 

Recuerdos del porvenir, en palabras de Elena Garro. 

"Marilyn".  Alarma!!!. Versión original. 








sábado, 21 de julio de 2012

Julio 21, 1990. The Wall en Berlín, 22 años después.


Para quienes crecimos al borde del conocimiento de la Guerra Fría, la caída del muro de Berlín era algo que no sucedería. Todo lo que acontecía detrás de cortina de hierro era un misterio, y la Praga descrita tantas veces gris de Kundera, CheckPoint Charlie, e incluso aquellas piezas como Russians de Sting (1985) -quien por cierto, toma prestados varios compases a la suite del Teniente Kijè de Sergei Prokofiev- o discos como The Final Cut de Pink Floyd, fueron parte de las pocas referencias históricas que sobre Europa del Este tuvimos durante aquellos años.

Poco o nada de cine llegaba a México desde Hungría, Checoslovaquia, Polonia o Bulgaria, y salvo épicos episodios del fútbol de Copas del Mundo donde se daban heroicos encuentros entre orientales y occidentales, y la importación a México de algunos futbolistas -como el polaco Lato, que jugó en el Atlante- nuestro conocimiento era prácticamente nulo.

La abolición de la hegemonía del partido comunista de la Unión Soviética y la (en todos los sentidos) consecuente Glasnost de Gorvachev impulsada durante la segunda mitad de los 80, contribuyeron de forma sustancial para que Vaclav Havel abriera las puertas de Checoslovaquia a la Revolución de Terciopelo y vieron su punto crítico el 10 de noviembre de 1989 en Berlín.

Lo imposible había comenzado a suceder.

Muchos años después de la euforia mundial de la caída del Muro de Berlín, las imágenes de las celebraciones en la Puerta de Brandenburgo no dejaban de dar la vuelta al mundo, y el sentimiento colectivo que representaba la reunificación de una Alemania dividía inflamaba con sensaciones de reencuentro todas las conversaciones.

Faltaba aún la parte más compleja: la reunificación social, el volver a confiar en el de junto, quitar las placas de la TeleTower de Berlín Oriental que impedían mirar hacia el mundo occidental de sus vecinos-hermanos y la reunificación monetaria de ambas Alemanias.

En este contexto, y en una Postdamer Platz recién limpiada de bombas subterráneas, se lleva a cabo el concierto The Wall, von Roger Waters & Special Guests, el Sábado 21 de Julio de 1990.

La concreción de una reunificación simbólica a través de la música hizo que a muchos se erizara la piel.

Artífice de esta acción, Waters se hace acompañar de Thomas Dolby, Cindy Lauper, Ute Lemper, Jerry Hall, Joni Mitchel y Scorpions entre muchos otros, además de la East Berlin Radio Orchestra y The Military Orchestra of the Soviet Army Principal en una declaratoria unificadora que los políticos, en ese momento, aún no habían logrado.


Hoy sábado 21 de julio de 2012, se cumplen exactamente 22 años de aquella memorable noche de Berlín en que un concierto pudo expresar de manera permanente, el significado atorado en la garganta de toda una generación.

Este es un pequeño homenaje a ese día y a ese esfuerzo.




viernes, 20 de julio de 2012

Museo Soumaya, donde se supone que sabemos todo.

Lo primero que suele hacer la mayoría de las personas que conozco al llegar a un museo, es buscar esa pequeña guía impresa que permite dar forma a nuestro aleatorio deambular por entre las salas, donde perdernos es lo de menos, si se disfruta la visita.

Lo siguiente es escoger, de entre todas las opciones, aquello que nos llama más la atención. Después de eso, no queda mas que disfrutar del recorrido.

Nada de lo anterior sucede en el Museo Soumaya de la Ciudad de México.

Arquitectónicamente, un edificio que la zona en la que está no le hace justicia -y que algunos apodan "El Yunque" por su inevitable parecido con la herramienta de trabajo de los herreros-, el Soumaya no deja de sorprender por las cosas que no tiene y que podrían estar mejor.

Por política, según comentan los encargados, el museo no cuenta con una guía impresa. "Para eso está toda la información en el sitio"- me dice una señorita, muy amablemente, quien comenta que la mejor forma de visitar el museo es tomar el ascensor hasta la última planta y hacer la visita en una espiral museográfica de bajada. Aparentemente y tan solo por preguntar, corrí con mucha suerte. Mientras disfrutaba de una de las colecciones más completas de la obra escultórica de Auguste Rodin, los visitantes llegaba exhaustos hasta el último piso después de visitar las demás salas de subida.

Allí las esculturas se suceden de forma vertiginosa sin espacio para la contemplación, en una sola planta donde lo que sobresale es una reproducción en bronce de las tres figuras colosales que coronan La Puerta del Infierno, actualmente en el Museo Rodin de París, junto a los Burgueses de Calais y otras esculturas de... Dalí. ¿Por qué Dalí y por qué allí? La pregunta que el curador parece haberse hecho es: "¿y por qué no?".

Salas más abajo -o más arriba, según se haga el recorrido- hay retratos, paisajes, naturalezas muertas e imágenes de la aparición de la Vírgen de Guadalupe y su posterior impresión en el ayate de Juan Diego; figuras precolombinas, Monet, El Greco, Gibran, la época colonial en México, Tamayo, el Renacimiento, Dr. Atl, Rembrandt y Siqueiros. Todo junto, y sin una pequeña guía de bolsillo que nos explique épocas, técnicas o por qués. Precisamente, por lo menos seis obras del muralista mexicano, se exhiben exactamente con la misma cédula cuya única aportación es decirnos que nació en el Distrito Federal y no en Ojinaga. El diario La Crónica, por ejemplo, cuenta con una mejor explicación sobre el mural que se exhibe en el recinto mismo.

El museo da por sentado que los visitantes han visto previamente su página; que conocen sus políticas, saben de sus criterios curatoriales y donde el valiosísimo acervo artístico con que cuenta parece haber sido puesto en un rociador de jardín para salpicar las paredes de este nuevo museo que recién abrió sus puertas en la ciudad. 

Pero soy tan solo un visitante más. Que alguien me diga si estoy equivocado.